Pasé prácticamente un año perdida en mis pensamientos, bueno ahí tenía tanto tiempo libre que decidí que ya quería tener un niño jajaj…ese fue el año libre, un embarazo feliz…
Ah, en medio de estar en ITLA, me casé, recuerdo que entre esos viajes desde Alcarrizos a ITLA, era todo un caos y luego de casarnos, vivía en la Churchill así que el bus me dejaba cerca de casa y mi esposo, tan bello, iba y me esperaba ahí solito para cuando bajaba del bus tuviera protección (uuff que recuerdo), en ese momento estudiaba mejor, pero estaba muy aplastada emocionalmente hablando de lo académico.
Mi llegada a PUCMM
Durante el embarazo, me la pasaba investigando en las redes, sobre becas, por eso me las sé todas jj, un día llegó mi suegro y me habló de la beca de educación, yo siempre busqué en ingeniería (por eso no la había visto), entonces dije que si estudiaría educación, sería en matemáticas, jajaja, si pudieran ver la cara de todos cuando dije eso jaaja, se supone que dejé ITLA por los números, pero es que en verdad, me gusta la matemática, eso no quiere decir que sea una genio en los exámenes (mucho tiempo después me di cuenta de un problemita en los exámenes, contaré más tarde).
Investigué las becas en educación en cada universidad, como había hecho con ingeniería, ahí me llegó una promo de la PUCMM, y sin pensarlo me postulé, si lograba entrar ahí no me sacaría nada ni nadie, yo hablando con 8 meses de embarazo y era para iniciar en 3 meses
Mi madre me decía, - estás segura, vas a tener un bebé….
Yo: sí, sin pensar en lo que se venía, toda esa responsabilidad de un niño, pero no quería darme por vencida.
Gehrig nació y yo con dos meses de embarazo fui a exámenes, solo decía, si Dios me quiere ahí, él me ayudará.
Fuimos a examen 400 estudiantes, no recuerdo bien si todos eran a matemáticas ese día, fueron 4 exámenes, donde sueltas uno y tomas el otro, psicológico, lógica, el POMA, y al final inglés…
Yo venía de estudiar inglés por inmersión en 2011, antes de entrar a ITLA, cuando estaba en UTESA, luego repetí 4 niveles en ITLA, y con esa experiencia, esos exámenes eran un Ketchup jj. Así que, de todos esos concursantes, pasamos 15, y mi nivel de inglés me llevó directo al 4 nivel, que felicidad, había servido de algo ir al ITLA, esta vez era más fuerte. Tengo esos datos cuantificados porque de eso trató mi tesis a final de la carrera, de esos 15, terminamos 8 graduados y no todos fuimos al mismo tiempo.
Ahora vamos a la travesía de permanecer en la PUCMM
Como ya saben, tengo un bebé de meses, mi madre trabaja full time, yo era una mantenida jaja, y qué hago con el bebé si inicio en un mes con las clases, ahí es donde entra mi suegra, un alma de Dios, que sé que no todas tenemos, que me dijo: “si tú quieres estudiar, yo lo cuido”, oh señor, santa bendición, salía desde las 7 de la mañana, muchas veces llegaba en la tarde, pero la mayor parte del tiempo en la noche. Llegaba con los senos full del día sin el niño tomar el seno, eso se me salía, yo andaba como una loca dentro de tanta gente de la High…pero hacía que no veía caras, que no escuchaba comentarios, porque fui con una meta (salir graduada de ahí, ya era mi tercer intento).
Ya en mi 2do año, resulta que mi esposo consigue beca para maestría en España, y viene el gran ahyyyyyyyyyyyy y ahora, quien me mantiene jajaj…mi mamá siempre me decía, estudia para que no dependas de nadie, ajá, pero mientras estudio, tenía que depender de alguien jajajaj.
Con mucho pesar, para el bien de todos toca dejarlo ir en paz, porque si decía no te vayas, entonces era una egoísta, y si decía vete, me quedaba sin ayuda y con un bebé…pero decidí soltar, ese año fue el más duro de mi vida, escribo esto y me salen las lágrimas, gracias a Dios teníamos casa propia, pero la manutención de un bebé y una carrera no era cosa de juego.
Decidí parar la universidad, disque que él la pagaría cuando vuelva y cuando empezó ese cuatrimestre, yo vi mi realidad y dije, France, la vida cambia, y si se queda, te quedas aquí sin carrera, con un bebé y como una mantenida toda la vida o a pasar trabajo en los trabajos que aparezcan.
Saben qué, fui a la universidad con mi madre y el bebé, que nunca habían ido, fuimos directamente al departamento de becas y allá me hicieron un papeleo para que volviera el próximo cuatrimestre sin perder la beca, ese fue un cuatrimestre que me costó un año de carrera que tuve que pagar en efectivo. Porque en las becas, todo el mundo va juntito, todo el tiempo y yo quedé perdida, entre materias que no se podían abrir, otras que tuve que tomar con estudiantes de arquitectura o de ingeniería, me encontré con estudiantes de la promoción 2015, cuando yo era 2014, en fin, un montón de inconvenientes por un cuatrimestre, echado a la basura, disque porque no tenía como pagar, sin embargo tuve que pagar un año completo.
El próximo cuatrimestre, todos los profes felices de que volví, ah, qué familia más hermosa se hace en la universidad.
Pero no he contado nada de las matemáticas jajaj
Resulta que 1er cuatrimestre todo bien, 2do cuatrimestre, ya vamos a matemáticas 2 y introducción a física, y todo lo demás, en ese me enseñaron a utilizar las citas en APA, a investigar, y trabajar el plagio, por eso se me hace fácil trabajar una tesis, si ellos nos enseñan desde inicio de carrera que cada trabajo es como una mini tesis.
Ya en Precálculo empieza el sazón, vengo con un trauma, y con un profe que le decían Ramón retiro jajaja, es un excelente profesor, explica con cucharita, yo era feliz, al fin estaba entendiendo todo perfecto, pero a la hora del examen me frisaba, ponía plátano donde iba yuca, me decía el profe, eso me lo dijo también un profe de secundaria una vez, yo era estudiante meritoria pero mis medallas dicen “al esfuerzo”.
Así que en el examen, obtenía poquitos puntos, pero el cerebro si me funcionaba, entendía y resolvía, esa la pasé arrastrando, pero mi trauma era tal que fui al departamento que me cambien de carrera, que no daba para eso jajaja (me río ahora, pero ahí lloré mucho). En esa oficina se reunieron 3 profes, más el director de carrera, me dieron una lavada de cerebro que no se imaginan y yo dando grito por que me iba a quemar otra vez en matemáticas, les conté del ITLA y me mandaron para Psicólogo, que lo incluye lo que pagas en la universidad, empecé terapias y resulta una cosa que jamás he contado, que lo detecté yo misma entre terapias y charlas….
En cada examen, yo sabía todas mis fórmulas, pero en medio de, solo recordaba la mitad, como si se me apagara un ojo de mi memoria fotográfica (yo me entiendo), pero imaginen que tomen un papel y con una mano tapas la mitad, ya no recordaba la otra parte.
Jesús, entonces descubrí mi problema, así que podía buscar una solución, ya lo que se me ocurrió fue, aprender las fórmulas por parte para que esa sea la parte que recordara, así que conectaba ambas partes y si podía ver, todo un tema, en toda la carrera trabajé el triple de los demás, entendí muchas cosas y fui feliz, porque al fin, sabía que había algo, mi psicólogo lo cambiaron, la otra no me daba confianza, así que decidí continuar por mi cuenta, un día me lo encontré y prácticamente me dio una consulta en el patio jj y me dijo, si te funciona ese método continua ese camino, hasta el sol de hoy.
Casi toda la carrera, la pasé arrastrando los números, pero cada nota final para mí, fue un logro enorme porque yo si sabía, solo que no me puedo evaluar por exámenes. Por eso cuando daba clases en aula, les daba prácticas a mis estudiantes, ahí mismo, luego de terminar un tema, en vivo y directo.
Y no, no me da vergüenza decirlo porque eso está ahí y no lo puedo evitar, sin embargo, resuelvo muy bien todos mis problemas si tengo una hoja de fórmulas en las manos, cada cuatrimestre, sacaba un montón de fórmulas de los libros y las ponía en hojas, para no verme extraña, sacaba varios juegos y repartía con mis amigos jajaja, así todos andaban con hojas como yo jajajajaja (y cada juego era de hojas de colores diferentes, ellos hasta peleaban cuando faltaba alguno jjj).
Bueno, ya teniendo ese tema controlado, a la vez luchaba con el tema económico, yo no me podía mantener sola, así que me fui a FUNDAPEC y tomé un crédito para manutención, recuerdo que le pedí a toda mi familia para ser mi garante de ese préstamo, los que podían me decían que no, los que no calificaban, con mucho amor querían ayudar, pero no calificaban.
Al final, me ayudó una prima de mi esposo, que ni siquiera me conocía, tanto así que ni en la firma de contrato la vi, pero recuerdo sus palabras, “te ayudaré porque en mi momento nadie me ayudó y sé lo que se siente”. La conocí, casi dos años después.
Pero ustedes saben que los préstamos se pagan, así que empecé a vender cosas porque no podía emplearme, sino me atrasaría en la beca y me salía más caro, tampoco aparecían trabajos que valieran la pena, para muchos estaba sobrecalificada, para otros no valía la pena el pago, decidí vender lo que se me ocurría en el camino y así nació la papelería.
Un día, mi padre sacó un pedacito de su colmado para alquilarlo a una banca y eso nunca se dio, así que le dije, “déjeme ese pedacito para yo poner una papelería” y él feliz de tenerme ahí, me dijo: “eso es tuyo”…..
(Continuará)